LOS PATRIARCAS CONOCÍAN LA TORÁ

Parashá VAYIGASH

Esav “vende” la primogenitura a su hermano Yaacov por un plato de lentejas, relata la Biblia en un episodio enigmático.

¿Acaso Yaacov no debía haber compartido su comida con un hermano que regresaba del campo cansado y hambriento? ¿En qué consistía el privilegio de la primogenitura? Puede ser que Yaacov deseara desempeñar el papel del sacerdocio en el seno de la familia, cargo que ejercía el primogénito.

Pero, en una época anterior a la Torá, ¿cuáles eran las funciones de ese sacerdocio? Nuestro texto semanal relata que Yaacov envió a Yehudá lehorot lefanav para señalar el camino a Goshen, que a su vez es interpretado por los jajamim como la misión de Yehudá de establecer una yeshivá en Goshen. La palabra lehorot puede significar mostrar el camino, pero también puede ser traducida como “enseñar” en el sentido de educación. Para el patriarca Yaacov, el descenso a Egipto sólo pudo ser concebido si al mismo tiempo se aseguraba la continuidad.

No se debe olvidar que los eventos registrados en el texto sagrado tienen el objetivo específico de servir de ejemplo para las generaciones futuras. Por un lado tenemos a Yaacov, el Yoshev Ohalim, joven del hogar, nomenclatura que según los jajamim es una referencia a su predilección por el estudio en la yeshivá de Shem y Éver. Al mismo tiempo vemos que su hermano gemelo Esav tiene un carácter totalmente diferente. Su interés y preferencia es el campo y la caza, más no el estudio y la reflexión.

En el caso del patriarca Avraham se nota que los jajamim cuestionaron por qué sirvió a sus visitantes carne y mantequilla, a sabiendas que la Torá objeta la mezcla de estos ingredientes. La respuesta es que comieron primero la mantequilla, hecho que la Halajá encuentra inobjetable.

Lo antedicho obliga a considerar el anacronismo de hacer referencia a una yeshivá y a la Torá en una época anterior a la revelación en el monte Sinaí. ¿Cómo se puede explicar que Yaacov estudiara varios años en la yeshivá de Shem y Éver antes de refugiarse en el hogar de su tío Laván, cuando estaba huyendo de la furia de su hermano Esav? ¿Cuál era el contenido de estas enseñanzas? ¿Qué quiere decir que los patriarcas observaban todos los preceptos de la Torá?

La primera palabra de la Torá, Bereshit, presenta un problema filológico comentado por Rashí. Una de las soluciones sugiere que la palabra Bereshit debe interpretarse “con reshit” y qué es reshit sino la Torá. O sea que Dios utilizó para la creación del universo un “plan de acción”, las leyes contenidas en la Torá. O sea que el ingrediente ético estuvo presente desde el principio, porque la Torá es anterior a la creación.

Si tomamos en cuenta que los principios de la Torá expresan una verdad absoluta, se desprende que sus normas no responden a un parámetro del tiempo. Sus Mitsvot son pertinentes y valederas en el presente, lo fueron en un pasado inmemorial y lo serán en el futuro. ¿Qué es una Mitsvá sino la expresión de la voluntad de Dios? ¿Acaso Adam y Nóaj, Avraham, Yitsjak y Yaacov no conversaban directamente con Dios y, por lo tanto, sabían lo que es la Mitsvá?

De acuerdo al Midrash, cuando Esav regresó de la caza, Yaacov estaba comiendo lentejas porque estaba de luto por la muerte de Avraham. Un avel come lentejas porque su forma redonda simboliza la continuidad, postula que la muerte es vida en otro mundo. Efectivamente, los jajamim dicen que Dios quiso evitar la angustia que le produciría la “venta” de la primogenitura al anciano patriarca y por ello falleció antes de este suceso.

En el episodio citado, además de la carne y mantequilla, Avraham sirvió a sus huéspedes panes aplastados porque era Pésaj, y en esa festividad no se come pan sino matsá. Rambam y otros sostienen que la Torá no fue otorgada en un ambiente de un vacío espiritual. En todos los momentos de la historia humana existieron personas poseedoras de gran sensibilidad, que entendieron que existen imperativos éticos inmutables, normas morales absolutas que forman parte integral de la creación.

Una opinión diferente sugiere que el diálogo que Dios sostuvo con las primeras generaciones desde Adam incluyó la instrucción específica acerca del comportamiento humano.

De acuerdo a ello, Adam recibió seis Mitsvot y al añadir la séptima instrucción de “no comer carne sin antes sacrificar al animal”, identificamos las siete Mitsvot de los Benei Nóaj, los descendientes de Nóaj. Aparentemente, siete Mitsvot resultaron insuficientes y el Creador tuvo que añadir instrucciones adicionales para asegurar que la Humanidad no fuera a desviarse del rumbo apropiado. Eligió para ello al pueblo hebreo como faro que debía alumbrar el sendero apropiado para el género humano. Está claro que incluso el pueblo hebreo podía desatender periódicamente su misión.

Sin embargo, cada incumplimiento podía producir el fortalecimiento espiritual de ese pueblo para cumplir su misión entre las naciones. Por ello, para constituirse en nación tuvo que pasar por la esclavitud egipcia. Tal vez la diáspora de los últimos dos milenios tuvo el mismo propósito.

¿Por qué son los patriarcas los padres efectivos del pueblo hebreo? Porque Dios les comunicó la totalidad del contenido de la Torá. Les reveló incluso los episodios históricos que ocurrirían en un futuro cuyo objetivo era edificante, tal como el concepto de la libertad humana representado por los sucesos que condujeron a la celebración de Pésaj.

Para el patriarca Yaacov, el exilio en Egipto podía ser concebido como una solución pasajera a la hambruna de la región solamente si, al mismo tiempo, existía la posibilidaddel estudio de la Torá y por ello envió a Yehudá a crear la yeshivá, la institución que garantizaría la continuidad de laenseñanza del judaísmo. Porque sin Torá, no existe futuropara el pueblo judío.

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