TSAV

LEVÍTICO VI:1-VIII:36

LA HERENCIA DEL KOHÉN

El tema central de estos capítulos es la figura del Kohén, el sacerdote que oficiará en el ofrecimiento de los sacrificios. En etapas posteriores, después de la conquista de la Tierra Prometida durante el período del Beit HaMikdash, la casta de los Kohanim condujo el culto que se centró en el recinto de esta Casa Sagrada. Mientras que el título de Rav, “maestro”, depende del estudio sostenido de las Sagradas Escrituras –y en especial de la Torá Oral representada por el Talmud–, la Kehuná, la condición de Kohén, tiene un origen genético. Los descendientes de Aharón, el hermano de Moshé, acceden al derecho a la Kehuná por razón de nacimiento. 

Más aún, el Kohén no puede renunciar a su naturaleza sacerdotal, condición que es sólo afectada por ciertos defectos biológicos o por el matrimonio prohibido contraído por su progenitor. La Torá prohíbe que el Kohén se case, por ejemplo, con una mujer divorciada. En el caso del Kohén Gadol, jefe de los Kohanim, esta prohibición incluye a la viuda. Quien desciende de tal unión vedada recibe la designación de JalalKohén inhabilitado para oficiar. Asimismo, serán calificados los descendientes de este Jalal.

Tal como señala Rachel Lifshitz, el Kohén tenía privilegios y obligaciones. Especialmente durante la existencia del Beit HaMikdash, el Kohén tenía una posición de privilegio que incluía la obtención gratuita de algunas partes del animal ofrendado y recibía la contribución denominada Terumá, que incluso los otros miembros de la tribu de Leví tenían que ofrecer. Aunque la Torá no estipula el monto del aporte, el Talmud sugiere una cantidad no menor de una cincuentava parte de la renta anual. 

La Mishná enseña que el Kohén Gadol era retenido en el ámbito del Beit HaMikdash durante los 7 días previos a Yom HaKipurim (Día del Perdón) con el propósito de que pudiera repasar el orden del servicio de ofrendas del Día del Perdón. La obtención del perdón divino dependía de las labores del Kohén Gadol, quien no podía desviarse del orden que los Jajamimhabían establecido de acuerdo con su interpretación del texto sagrado. Esto era necesario, porque se habían dado situaciones de Kohanim que no eran doctos en la tradición. Más aún, los Jajamim querían asegurar que el Kohén siguiera la opinión de los Perushim y no la de los Tsedukim en los casos en que había divergencia de opinión. 

El Kohén Gadol se introducía en el Kódesh HaKodashim (lugar más sagrado del Templo de Jerusalem) solamente en Yom HaKipurim para pedir el perdón divino por sus pecados personales, los errores de sus familiares y de todo el pueblo. En la actualidad después de la destrucción del Beit HaMikdash, este día sagrado es celebrado principalmente por medio de rezos y oraciones y la abstención de comida y bebida. 

Durante el período de la existencia física del Beit HaMikdash, el culto se centraba en las ofrendas que realizaba el Kohén Gadol, el sorteo de los animales para seleccionar al “chivo expiatorio” que cargaría, simbólicamente sobre sí, los pecados del pueblo judío. El momento crucial, sin embargo, era cuando el Kohén Gadol ingresaba en el interior del KódeshHaKodashim. El pueblo aguardaba con ansiedad para observar si el Kohén Gadol salía con vida de ese recinto, señal de que sus peticiones por el perdón habían sido aceptadas.

Después de la destrucción del Beit HaMikdash, el Kohén ha quedado limitado a ciertos privilegios tales como oficiar en el Pidyón Habén, la redención del primogénito; ser llamado a la primera sección de la lectura de la Torá, y recitar la “triple bendición” durante la repetición de la Amidá.

Tal vez por encima de la figura del Kohén, el Rav, el Talmid Jajam, maestro, tiene especial relevancia en el presente. En ausencia del Beit HaMikdash, el estudio de la Torá y del Talmud han adquirido supremacía y el estudio se ha convertido en el vehículo preferido para asegurar la continuidad y desarrollo espiritual del judaísmo.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARASHÁ

CONTIENE 9 MITSVOT POSITIVAS Y 9 PROHIBICIONES

131. Levítico 6:3 Levantar las cenizas (del Altar)

132. Levítico 6:6 A diario prender el fuego sobre el Altar

133. Levítico 6:6 No apagar el fuego del Altar

134. Levítico 6:9 Comer el restante de la ofrenda Minjá 

135. Levítico 6:10 No leudar el restante de la ofrenda Minjá

136. Levítico 6:13 La ofrenda Minjá diaria del Kohén Gadol(Sumo Sacerdote)

137. Levítico 6:16 La ofrenda Minjá de un Kohén no es consumida

138. Levítico 6:18 El procedimiento con la ofrenda Jatat (por pecado)

139. Levítico 6:23 No comer la carne de la ofrenda Jatat cuya sangre es salpicada dentro (del Santuario

140. Levítico 7:1 El procedimiento con la ofrenda Asham (por culpa)

141. Levítico 7:11 El procedimiento con la ofrenda Shelamim(por la paz)

142. Levítico 7:15 No dejar ninguna carne de la ofrenda Todá(agradecimiento) pasado el tiempo asignado para su consumo 

143. Levítico 7:17 La obligación de quemar los remanentes de las ofrendas sagradas

144. Levítico 7:18 No comer de la ofrenda Pigul, ofrenda con intenciones incorrectas

145. Levítico 7:19 No comer la carne de ofrendas sagradas convertidas impuras

146. Levítico 7:19 La obligación de quemar carne sagrada convertida impura

147. Levítico 7:23 No comer Jélev (grasa prohibida de la ofrenda)

148. Levítico 7:26 No ingerir la sangre de cualquier animal o ave