AJAREI MOT

LEVÍTICO XVI:1-XVIII:30

LA DESOBEDIENCIA Y EL ARREPENTIMIENTO

El primer evento trascendente que relata la Torá es la desobediencia de la pareja: Adam y Javá. Ambos comen del único fruto que Dios había prohibido. Existen numerosas interrogantes acerca de este episodio, que ocupa un rol fundamental en el monoteísmo. ¿Cuál era la naturaleza de este fruto?  La Torá no menciona el nombre del árbol del que provino. Por ello, la célebre manzana que Javá le ofreciera a Adam es una afirmación probablemente incorrecta. Más aún, si Dios no deseaba que se ingiriera ese fruto, ¿por qué colocó ese árbol dentro del Jardín de Edén? 

Se argumenta que la razón de la desobediencia era que Adampudiera afirmar su independencia y, de esa manera, mostrar que la obediencia a la palabra de Dios era el resultado de una decisión personal razonada. Por ello merecía el reconocimiento y el castigo de acuerdo con su comportamiento, que obedecía a la capacidad del ejercicio del libre albedrío. Tal vez el episodio de la desobediencia primordial sirve para enseñar la posibilidad de la teshuvá, el arrepentimiento. La Torá demuestra que la desobediencia y el pecado tiene absolución por medio del arrepentimiento. 

Leemos en el presente texto bíblico acerca de la desobediencia de Nadav y Avihú, hijos de Aharón, quienes utilizaron esh zará, un fuego extraño, en el proceso de la ofrenda de los sacrificios. Su castigo fue la muerte, que según la tradición consistió en serefat neshamá vehaguf kayam, sus almas fueron incineradas mientras que sus cuerpos quedaron intactos. Está claro que en este caso no había espacio para la teshuvá, porque el castigo fue la máxima pena. 

Los sabios del Talmud ofrecen varias explicaciones acerca de la naturaleza real del pecado de Nadav y Avihú. Según algunos, se atrevieron a responder a interrogantes acerca de la fe en la presencia de sus maestros Moshé y Aharón. De acuerdo con una segunda opinión, habían iniciado los sacrificios en estado de ebriedad. Una tercera respuesta señala que eran presa de un orgullo excesivo, porque consideraron que no había mujer alguna que pudiera ser merecedora de sus atenciones. Asumiendo cualquiera de estas explicaciones, el castigo parece ser excesivamente severo. 

La siguiente expresión del texto podría arrojar una luz: bekorvatam lifnei HaShem vayamutu, “fallecieron cuando se acercaron a Dios”. La cercanía a Dios implica una responsabilidad mayor. Quien asume una posición de liderazgo, simultáneamente corre el riesgo de equivocarse con consecuencias más perjudiciales que en el caso de un individuo. 

El caso de Nadav y Avihú es seguido por una descripción del Día del Perdón, Yom HaKipurim, que ofrecerá la posibilidad de retomar el sendero después del pecado. Al mismo tiempo surge una idea novedosa. La muerte de los justos también tiene un efecto terapéutico, produce el recogimiento en la sociedad. Los hijos de Aharón que habían perecido eran Tsadikim, personas de una trayectoria intachable que en cierto momento de su ejercicio del liderazgo ritual desatendieron una orden Divina. 

Harav Soloveitchik señala que la muerte de un Tsadikconvulsiona a la sociedad, produce el dolor y la tristeza generalizada, al mismo tiempo que produce la reflexión y el recogimiento: la teshuvá. De ese momento, el 10 de Tishrei fue apartado como un día en el cual rige la abstención del placer y la comida, para poder concentrarse en un proceso de recreación del ingrediente emocional y espiritual de la persona. La entrada del Kohén Gadol ese día en el Kódesh HaKodashim, el lugar más sagrado del Mishkán, junto con el ayuno, era una especie de réplica de la experiencia en el monte Sinaí. Tal como Moshéestuvo en la Presencia de Dios y no comió y bebió, de una manera similar este Kohén tenía un encuentro íntimo con Dios en Yom HaKipurim.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 2 MITSVOT POSITIVAS Y 26 PROHIBICIONES

184. Levítico 16:2 El Kohén no debe entrar al Templo en cualquier momento (solamente para el Servicio en el Templo) más aún no debe entrar quien no es Kohén

185. Levítico 16:3 El Servicio del Templo en Yom Kipur

186. Levítico 17:3,4 No degollar la ofrenda de manera ritual fuera del patio del Templo

187. Levítico 17:13 Mitsvá de cubrir la sangre (después del rito de degollar)

188. Levítico 18:6 No tener placer con personas que le son prohibidas al individuo

189. Levítico 18:7 No tener relaciones con el padre de uno

190. Levítico 18:7 No tener relaciones con la madre de uno

191. Levítico 18:8 No tener relaciones con la esposa del padre, aunque no sea su madre

192. Levítico 18:9 No tener relaciones con una hermana, sea su hermana de cualquier manera

193. Levítico 18:10 No tener relaciones con la hija de un hijo

194. Levítico 18:10 No tener relaciones con la hija de una hija

195. Levítico 18:10 No tener relaciones con una hija

196. Levítico 18:11 No tener relaciones con la hermana de un hijo, hija de la misma madre y de un esposo diferente

197. Levítico 18:12 No tener relaciones con la hermana del padre de uno

198. Levítico 18:13 No tener relaciones con la hermana de la madre de uno

199. Levítico 18:14 No tener relaciones con el hermano del padre de uno

200. Levítico 18:14 No tener relaciones con la esposa del hermano del padre de uno

201. Levítico 18:15 No tener relaciones con la esposa de un hijo

202. Levítico 18:16 No tener relaciones con la esposa de un hermano

203. Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y su hija

204. Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y la hija de su hijo

205. Levítico 18:17 No tener relaciones con ambas, una mujer y la hija de su hija

206. Levítico 18:18 No tener relaciones con 2 hermanas, mientras ambas están con vida

207. Levítico 18:19 No tener relaciones con una mujer durante la menstruación

208. Levítico 18:21 No dedicar a ningún hijo o hija para la idolatría de Mólej

209. Levítico 18:22 Un hombre no debe tener relaciones con otro hombre

210. Levítico 18:23 Un hombre no debe tener relaciones con animales

211. Levítico 18:23 Una mujer no debe tener relaciones con animales

KEDOSHIM

LEVITICO  XIX – XX

PODEMOS SER SANTOS

La Torá ordena que seamos “santos” porque Dios es Santo. ¿Qué quiere decir que Dios es Santo? ¿Y cómo podemos los seres humanos, de carne y hueso, con habilidades limitadas imitar a Dios?

El comentarista Rashí afirma que ser santo quiere decir estar apartado. En el caso de Dios sería entonces que Él no forma parte del universo creado. Él es enteramente diferente, apartado totalmente de todo lo existente. ¿Podemos deducir entonces que, en el caso humano, santo quiere decir ser un ermitaño, vivir aparte, en una especie de monasterio?

La tradición judía enseña lo contrario. En efecto, Dios mismo dictaminó: Lo tov heyot haadam levadó: “no es bueno que el hombre esté solo?” y por ello creó a la mujer, la pareja del hombre, para que no estén solos.

Encontramos que muchísimos preceptos exigen la presencia de un Minyán, un agregado de seres humanos. Para recitar KadishKedushá se requiere la presencia de al menos 10 hombres. La soledad aparentemente no debe ser el desiderátum para el individuo.

Cuando leemos nuestro texto bíblico vemos que los versículos siguientes se refieren a la relación con los padres, a ciertos sacrificios, a dejar algunas porciones de la cosecha para los pobres: LéketShikjá, Peá. No robar, no mentir y no jurar en falso, continua el texto. Tienes que pagar el mismo día la labor de quien trabaja por días. Siguiendo con la lectura del texto está la instrucción de no maldecir al sordo y no colocar un tropiezo delante del ciego, y tal vez sobre todo juzgar con la verdad, con lo que realmente es justo sin tomar en cuenta la situación personal de los litigantes. No odies en tu corazón a tu hermano, aconséjalo para el bien cuando está por cometer un error.

Aparentemente, ser santo tiene que ver con tu comportamiento con el otro, con tu hermano, con tu amigo, con tu vecino. Es una cualidad transitiva que requiere la presencia de otro ser humano. Se trata de una relación y no de un proyecto de auto mejoramiento.

Se podría especular que la santidad se obtiene a través tal vez de la negación de placeres personales, o tal vez del estudio para profundizar el entendimiento de las Mitsvot. Pero de lo antedicho, la santidad no se obtiene al apuntar los esfuerzos de uno sobre sí mismo, perfeccionando y profundizando sus conocimientos. No se trata de ejercicios espirituales personales.

Santidad se obtiene cuando uno se relaciona de manera justa y positiva con otros seres humanos. Al dar la pesa correcta nos enrumbamos en el sendero de la santidad.

Al cumplir con las leyes que regulan la actividad sexual se obtiene santidad. Nuestro texto contiene un listado de relaciones tales que son prohibidas, como lo son las relaciones con hermanos y otros familiares cercanos. 

Es interesante notar que además de Nóaj, el héroe del diluvio quien es calificado por la Torá como Tsadik, santo, el único miembro del pueblo hebreo que recibe esta apelación es Yosef, tal vez porque no sucumbió a los avances de la esposa de su amo Potifar.

Es probable que la santidad sea una característica que recibe la persona, la transformación del individuo porque practica y cumple una relación sana y justa con el prójimo.

Nuestro texto proclama que no se debe guardar rencor contra otro, sino más bien practicar Veahavtá lereajá kamoja: “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”, y Rabí Akivá consideró que éste era el “gran lema” de la Torá.

Mejor dicho, si amas al prójimo como a ti mismo, tu ser completo entrará en un proceso de crecimiento y transformación para convertirte en santo, o al menos en un aspirante a la santidad.

¿Qué quiere decir entonces, según esta reflexión que Dios es Santo? Podemos especular que el hecho que Dios creó un ser humano con quien comparte la conciencia de la existencia del universo y de lo que contiene, es una manifestación de la Santidad de Dios. Dios comparte con nosotros el universo e incluso nos pide que lo perfeccionemos. Porque solamente el ser humano posee el “soplo Divino” que Dios infuso al primer hombre que le da la característica de apreciar lo existente y que incluye un compás moral para guiar su vida. “El ser humano es la única criatura con la cual Dios puede jugar ajedrez”.

Y ese compás de moralidad probablemente precede a la entrega de la Torá que a su vez regula y legisla cómo debe expresarse esa moralidad en diferentes situaciones. 

Desde esa óptica, la ética y la moral forman parte del ADN del ser humano desde su creación.

MITSVÁ: ORDENANZA DE LA TORÁ EN ESTA PARSHÁ

CONTIENE 13 MITSVOT POSITIVAS Y 38 PROHIBICIONES

1. Levítico 19:3 Temer al padre y a la madre

2. Levítico 19:4 No volverse hacia idolatría en pensamiento, ni verbalizando, incluso presenciando

3. Levítico 19:4 No fabricar un ídolo para uso personal o para otros

4. Levítico 19:6,8 No comer carne restante de ofrenda después del tiempo prescrito para ello

5. Levítico 19:10 Dejar parte del campo sembrado para el pobre

6. Levítico 19:9 No cosechar hasta el límite del campo

7. Levítico 19:10 Dejar espigas para el pobre

8. Levítico 19:9 No recoger espigas caídas durante la cosecha

9. Levítico 19:10 Dejar un límite del viñedo para el pobre

10. Levítico 19:10 No cosechar los límites del viñedo

11. Levítico 19:10 Dejar sobre la tierra las uvas caídas en el viñedo para el pobre

12. Levítico 19:10 No recoger las uvas caídas del viñedo

13. Levítico 19:11 No robar

14. Levítico 19:11 No negar la posesión de un objeto perteneciente a otra persona

15. Levítico 19:11 No jurar en falso acerca de un objeto de valor

16. Levítico 19:12 No jurar en falso

17. Levítico 19:13 No retener propiedad ajena

18. Levítico 19:13 No cometer el robo

19. Levítico 19:13 No postergar el pago de un obrero asalariado

20. Levítico 19:14 No maldecir un judío, ni hombre, ni mujer

21. Levítico 19:14 No conduzcas al yerro a un individuo dándole consejo equívoco

22. Levítico 19:15 No pervertir la justicia, en un juicio civil

23. Levítico 19:15 No dar honores especiales en el juicio a un individuo eminente

24. Levítico 19:15 El juez debe emitir un juicio correcto

25. Levítico 19:16 No difamar (chismear)

26. Levítico 19:16 No permanecer indiferente ante la sangre de otro

27. Levítico 19:17 No odiar a otro judío

28. Levítico 19:17 Reprochar al judío que no se conduce de manera apropiada

29. Levítico 19:17 No colocarás a otro judío en una situación incómoda

30. Levítico 19:18 No te vengarás

31. Levítico 19:18 No guardarás rencor

32. Levítico 19:18 Amar a otro judío

33. Levítico 19:19 No aparees animales de diferentes especies

34. Levítico 19:19 No sembrar juntas semillas de diferentes especies en la Tierra de Israel, igualmente con árboles de diferentes especies

35. Levítico 19:23 No comer el fruto del árbol los primeros 3 años

36. Levítico 19:23, 24 Leyes acerca del fruto del árbol en el cuarto año

37. Levítico 19:26 No comer ni beber como un glotón

38. Levítico 19:26 No practicar la adivinación 

39. Levítico 19:26 No conjurarás (magia)

40. Levítico 19:27 No quitarás el pelo de las patillas de la cara

41. Levítico 19:27 No destruirás los extremos de tu barba

42. Levítico 19:28 No harás un tatú sobre tu carne (piel)

43. Levítico 19:30 Respetar el Templo

44. Levítico 19:31 No actuar como un espiritista (especie de magia)

45. Levítico 19:31 No practicar Yidón (especie de magia)

46. Levítico 19:32 Honrar a los estudiosos de la Torá

47. Levítico 19:35 No engañar con medidas

48. Levítico 19:36 Crear balanzas exactas, pesas y medidas

49. Levítico 20:9 No maldecir ni al padre ni a la madre de uno

50. Levítico 20:14 Incinerar a la persona que ha sido sentenciada morir por fuego

51. Levítico 20:23 No seguir el comportamiento de los idólatras

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