Hay solución a lo que pasa en Israel?

Si desea escuchar el comentario completo  haga Click aquí. Dura 13 minutos.

TRANSCRIPCION

Ya son semanas, que no pasa un día, sin que se registre un atentado o varios atentados terroristas en el estado de Israel, gente joven, adolescentes inclusive, con cuchillos, tratando de herir, de matar indiscriminadamente a cualquier persona a la cual pueda alcanzar, cuando se trata de un soldado a lo mejor me imagino que es mejor para ellos, pero a cualquiera: civiles, niños, adultos, no importa, con tal de crear ese caos. ¿Porqué existe eso en Israel? La verdad es que la respuesta es difícil ofrecer. Uno piensa, caramba, cuántos años de existencia tiene el estado, si son más de seis décadas, en realidad son 67 años desde que Israel proclamo su independencia, e inmediatamente fue atacada por los países árabes circundantes, pero felizmente ocurrió algo muy importante, el presidente Truman unas horas después de que Israel declarara su independencia reconoció al nuevo estado, en contra del consejo de su propio departamento de estado.

Él tenia cierta inclinación hacia el pueblo judío, sentía que después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo occidental debía absorber inmediatamente por lo menos 100.000 refugiados, porque se horrorizó cuando escuchó de que después de la guerra, aquellos que habían estado en Campos de Concentración estaban en una situación similar o peor aún después, entonces pensó que el mundo occidental debía integrarlos. Hubo   varios intentos de hacer eso y a lo mejor esa fue una de las razones por las cuales inmediatamente, después del establecimiento del estado de Israel, lo reconoció. Pero la CIA le advirtió, estás apostando en un caballo que no va a ganar la carrera, porque en menos de dos años ese Estado va a desaparecer, son cuarenta contra uno, eso era en aquel entonces la proporción del mundo árabe contra Israel. Todos están en contra, no tiene chance de sobrevivir.

Pero Israel demostró algo totalmente diferente, Israel demostró que sobrevive y saben porqué, tal como Golda Meir dijo: “es que el judío no tiene alternativa a Israel”. No tiene otro lugar donde ir, esa es su tierra, esa es su nación, esa es su patria, no se va a ir a ninguna parte. Entonces no hay alternativas, luchan contra viento y marea y no solo luchan contra viento y marea para sobrevivir, es una sociedad que ha demostrado vitalidad, vigor excepcional. Mira, tienen universidades de calibre mundial, no hay ninguna universidad en el Medio Oriente fuera de Israel que se pueda comparar. Tiene hospitales de primera, servicio médico gratuito para todo el mundo, tiene muchísimos programas sociales, periódicos, conciertos, nómbralos tú, todo eso lo tiene Israel y a demostrado después de 6 décadas de que puede producir muchísimas cosas. Has utilizado alguna vez, WAZE en tu carro para saber si hay tráfico o menos tráfico? Ese es un invento israelí, Warren Buffet ha invertido en Israel, porque la considera una sociedad pujante, que inventa, progresa, produce, que reta lo establecido para buscar caminos nuevos en todos los renglones. Israel ha crecido extraordinariamente, entonces uno se pregunta, caramba ¿Por qué no puede solucionar Israel con el mundo árabe, con los palestinos en particular, porque no llega a un acuerdo? Tiene que haber algo que Israel pueda ceder y que el otro lado aceptará y de alguna manera llegar a un entendimiento.

Bueno, la cuestión aparentemente es sumamente difícil, desde un punto de vista americano uno piensa: nosotros tenemos una población negra en EEUU que se queja, y hemos hecho algo que se llama “Affirmative Action”, le damos ventaja al negro para que pueda acceder, aunque no tenga recursos, a cosas que el mundo blanco tiene. A las minorías latinas y de otros lugares les damos un empujón para que puedan participar, porque cuál es en realidad la queja del mundo negro? Dicen, mira a nosotros no nos tratan igual, a los blancos les dan ventajas y a nosotros no. Nosotros por ser americanos, por vivir en esta tierra tenemos el mismo derecho, todos creemos en el sueño americano, queremos una porción de la torta, una tajada, al igual que el resto del mundo. Porque después de todo vivimos en el país de mayor avanzada económica industrial que hay en el mundo, entonces porque no vamos a participar nosotros de estos enormes recursos que produce la sociedad americana? Y uno se pregunta, por qué no hace Israel lo mismo? Por qué no crea un programa de Affirmative Action para darle ventaja a los palestinos para que se puedan ubicar dentro de la sociedad Israelí, para que reciban su tajada de la gran torta que es Israel? Porque guardando las dimensiones desde luego, Israel es sumamente importante, o sea, muy pequeña comparado con los EEUU, pero por otro lado se parece muchísimo en su empuje, avance tecnológico, avance científico.

En general, desde todo punto de vista. Entonces por qué no hace Israel eso? Bueno, tal como ha señalado el profesor Daniel Gordis, hay una gran diferencia, mientras que el negro americano quiere una tajada de la gran torta, el palestino no quiere que Israel exista. No es que quiera un pedazo mas grande, no es que quiera otros limites. Simplemente quiere que Israel se vaya, que no exista más. Entonces se vuelve en algo muy difícil. Quién va a negociar su suicidio? Qué se espera entonces de la sociedad Israelí, qué se espera de ella, qué va a hacer la sociedad, decir nos vamos de aquí, no queremos existir más. Es sumamente difícil, muchos creen que si se pudiera resolver el problema palestino Israelí, no habría más problemas en el medio oriente, que esa es la raíz de todos lo que sucede ahí, lean ustedes hace unos días en el Wall Street Journal, Henry Kissinger que fue Secretario de Estado de los EEUU, jefe del Consejo de Seguridad del Presidente, persona sumamente conocedora de lo que sucede en el mundo, en un artículo sumamente importante y extenso, analiza qué es lo que está pasando en el Medio Oriente. Y considera de que ISIS, el Califato, ese es el gran problema. Hay que restablecer el balance de los Chiitas y Sunitas. Menciona una sola vez a Israel, ¿saben cómo? Al decir que Khamnei, el gran Ayatola de Iran, afirmó que Israel no va a existir dentro de 25 años. Entonces vemos de que Israel no es el problema en el Medio Oriente, pero sí es el problema para el Pueblo Judío sin duda alguna. Es un problema para Israel y uno está acostumbrado a que problemas tienen soluciones.

Miren hay cánceres, otros tipos de enfermedades donde uno piensa, si se dedicase mayores recursos económicos se solventaría la situación. Y muchas cosas se han conquistado. Mira en el caso del polio, me acuerdo cuando vivía en los EEUU años atrás, había lo que se llamaba The March on Dimes, el presidente Roosevelt, durante su mandato, no sé si fue su idea, pero él sufría de polio. Entonces se pidió que cada uno dé 10 centavos de dólar como un aporte para que se llegue a una solución para el polio. Y eventualmente se encontró una solución para el polio, entre paréntesis fue alguien del pueblo judío quien resolvió ese problema. Pero eso no es lo importante, lo importante es que uno cree que con mayores recursos se puede solventar problemas y puede ser que si, y puede ser que no.

Puede ser que hay problemas que no tienen solución aún con mayores recursos, ni con recursos económicos, ni siquiera con recursos políticos existentes cuando hay en el fondo una ideología, un pensamiento que aparentemente es mucho más poderoso de lo que puede ser cualquier avance, cualquier ventaja social que uno pueda obtener en una sociedad. Entonces uno piensa a lo mejor que este problema no tiene solución, qué vamos a hacer entonces? Bueno tenemos que aprender a vivir con problemas, tenemos que enfrentar el día a día, lo que está pasando y tratar de solucionar el día, sobrevivir el día. Quiere decir que debemos dejar de lado cualquier intento de hacer la paz entre Israel y los palestinos? Yo creo que Israel debe continuar, y estoy seguro de que lo hace, ya lo dijo el primer ministro Binyamin Netanyahu, lo dijo desde el podio de las Naciones Unidas: mañana me reúno con Abbas, hoy mismo me reúno con Abbas, sin condición alguna para hablar sobre la posibilidad de un entendimiento de Israel y los Palestinos. Por un lado creo que debemos continuar con el sendero de la paz, pero por otro lado debemos estar conscientes que a lo mejor ese es un horizonte que por más que uno se acerque continúa alejándose. Pero también debemos pensar que estamos viviendo en momentos cambiantes y esa realidad fue la proposición del judaísmo para empezar. En Egipto se adoraba lo permanente ¿Qué es lo que es en realidad una pirámide? Es algo que desafía al tiempo, ahí estaban enterrados, gente que creía que iban a vivir por siempre.

El judaísmo empieza con “Hajódesh hazé”, este es el primer mes del año. Quiero que sepas que lo único permanente en el mundo es el cambio, las cosas van cambiando y puede ser que en este momento no podamos avizorar nada que pueda cambiar el sendero hacia un entendimiento entre los palestinos e Israel. Pero uno nunca debe desistir, porque vivimos en un mundo cambiante, diferentes situaciones económicas, diferentes situaciones políticas. Nadie, por ejemplo, avizoró la primavera árabe, que entre paréntesis, no tuvo que ver nada con Israel sino con problemas internos de las sociedades árabes que se sentían oprimidas por sus propios líderes. O sea, estamos viviendo en un mundo que está en constante evolución.

Entonces nunca debemos perder esa esperanza. Por otro lado necesitamos al Mesías, necesitamos al Mesías, y no me refiero a un personaje. Necesitamos una sociedad que aprenda que tienen que venir tiempos mesiánicos. Cuando tomemos consciencia de que vivimos en un planeta que no es más que una nave espacial, que todos compartimos igualmente. Que eso de fronteras entre países es algo artificial. Que en realidad, la humanidad es una hermandad, que Dios creó un solo hombre, que todos somos descendientes de ese mismo hombre. Deberíamos entonces aprender a convivir y en lugar de enfrentarnos debemos aprender a amarnos más, acercarnos más los unos a los otros. Puede ser de que esa sea una meta no alcanzable para el género humano, no alcanzable en este momento pero puede ser que mañana sí. Así que jamás perdamos la esperanza, pero al mismo tiempo tenemos que vivir el día a día ¿Qué podemos hacer nosotros? Creo que lo que debemos hacer desde lejos es, desde luego elevar nuestra oraciones al Dios único de la humanidad para que aclare la mente de aquellos que creen que con cuchillos pueden solucionar problemas.

Por otro lado debemos ser muy solidarios con las familias de aquellos que han sido asesinados o heridos, porque hay gente que está sufriendo en éste momento muy especialmente en Israel. Así que vamos a vivir el día a día, vamos a estar pendiente de lo que pasa en Israel. Pero jamás vamos a perder la esperanza, porque Israel ha demostrado que no obstante aquellos que auguraron que tenía al máximo dos años de existencia como la CIA le había predicho al presidente Truman que estaba apostando en un caballo que nunca iba a terminar , hemos demostrado todo lo contrario. Israel tiene vigor, vitalidad y seguramente lo tendrá por muchísimos años y aquellos quienes estamos fueras de las fronteras de Israel debemos aplaudir eso, darle el mayor ánimo y coraje para que pueda enfrentar esta difícil situación en la cual se encuentra en el presente.

El desarreglo con Iran

Durante una conversación personal que sostuve años atrás con el ex presidente de Israel Shimon Peres, le pregunté: “¿Cómo se puede negociar con la OLP, organización que desea la destrucción de Israel?” Su respuesta fue: “la OLP puede desear pero no puede concretar su deseo”. O sea que las amenazas tienen que medirse según la probabilidad positiva de poder llevar a cabo la intimidación.

El caso actual de Irán es diferente. Se trata de una nación con una población cercana a las 80 millones de habitantes, con una cultura milenaria y fuerza militar nutrida por el Occidente durante los años del reino del Shah y envigorizada ahora bajo el mando de los Ayatolas. Las amenazas de Irán contra Israel deben tomarse con toda seriedad porque posee medios y más aún si llega a tener armas nucleares, para hacer efectiva la intimidación.

Primo Levi, sobreviviente del Holocausto, escribió “si alguien te amenaza con revólver en la mano y te dice te voy a matar, ¡créele!”. Eso lo aprendió durante el período nazi.

Los iraníes, obviamente con aprobación gubernamental, no pierden una oportunidad para amenazar a los Estados Unidos y a Israel. La consigna es: “muerte a USA”, “muerte a Israel”. En el caso de USA, la amenaza tiene solamente significado simbólico, expresa el rechazo, mejor dicho el odio, por la manera americana de vivir, por las libertades, que desde su punto de vista, están al borde del libertinaje existente en esa cultura. Desde su perspectiva, hay eventos que refuerzan su rechazo,  tal como el fallo de la Corte Suprema que obliga a reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo. No obstante, lo antedicho, la amenaza contra su integridad territorial es realmente improbable cuando tomamos en cuenta el poderío militar de USA. Incluso, con la adquisición de armamentos nucleares. Irán no presentaría peligro real aún si tuvieran los misiles intercontinentales para conducir ese dispositivo a un destino lejano. El poderío militar americano es de tal magnitud que literalmente podrá borrar del mapa a Irán si es que fuese primero el blanco de algún misil nuclear.

El punto central para los Estados Unidos y los países que negociaron con Irán se ubica en la proliferación del armamento nuclear. Porque seguramente otros países del Medio Oriente empezarán, si es que no lo están haciendo ya, a investigar cómo armarse de manera similar. Mientras que Egipto carece de medios económicos en caja, una alianza con Arabia Saudita que tiene bolsillos profundos repletos con dólares, permitiría procurar la tecnología necesaria para que ambos países dispongan con los dispositivos nucleares deseados para oponerse a los deseos imperialistas de Irán, que, en caso contrario, no tendría que hacer disparo alguno para imponer su voluntad una vez que pueda demostrar que posee armamento nuclear.

Dado que Irán no presenta una amenaza tangible, fue más fácil para USA y los países europeos, incluso Rusia y China llegar a un entendimiento con los Ayatolas, porque su interés primordial es el intercambio comercial que estaba parcialmente paralizado por las sanciones, hecho que a su vez obligó a los iraníes a sentarse en la mesa de negociación. El problema de la proliferación, tendrá que ser enfrentado entonces en su momento, cuando se convierta en realidad. Está claro que el arreglo con Irán, como señalamos tendrá secuelas en el Medio Oriente que presentarán nuevos problemas para el mundo occidental.

Una resolución armada nunca fue contemplada por los Estados Unidos que bajo la presidencia de Obama se empeña en la pacificación del planeta sin tomar muy en cuenta el costo eventual. Irak y Siria, Libia y Yemen dan testimonio de lo que puede ocurrir cuando la presencia militar es casi inexistente, o cuando una nueva amenaza militar carece de credibilidad. Lo que se se está consiguiendo con ciertos gobiernos son solamente treguas con fecha de vencimiento, tal como el caso particular de Irán. Sus tentáculos continúan alimentando el terror en diferentes lugares llámese Líbano, Gaza, Siria o Yemen. Irán siguió con sus nefastas intervenciones incluso durante el período de la reciente negociación sobre su programa nuclear.

Si el objetivo fundamental del acuerdo con Irán fue frenar una carrera nuclear, el resultado puede ser todo lo contrario, estimulará el deseo no postergable de otros países por adquirir un armamento similar.

El caso de Israel es totalmente diferente. En una alocución de unos años atrás en una universidad iraní, el ex presidente Hashemi Rafsanjani afirmó, “nosotros podemos absorber tres ataques nucleares, Israel no puede tolerar ni un solo misil nuclear”. Si tomamos en cuenta las incontables amenazas de destrucción, el armamento nuclear le daría por primera vez una opción real a Irán para acabar con la entidad sionista, el vocablo utilizado para designar al Estado de Israel. La amenaza contra Israel es real y su gobierno tiene el deber sagrado de velar por la integridad física de sus habitantes, más aún cuando se toma en cuenta que el pueblo judío sufrió la pérdida de una tercera parte de sus integrantes en la Segunda Guerra Mundial.

Es necesario estar conscientes del hecho que raciocinios usuales no aplican en el caso iraní, un Estado dirigido por el actual Ayatola Khamenei, el líder religioso con autoridad absoluta,. Viviendo en el siglo XXI cuando la humanidad tiene los medios para solucionar problemas que anteriormente no podían resolverse, tal como la eliminación del hambre a través de la utilización de sistemas modernos de agricultura, la mecanización de la producción, la computación y digitalización cuyos alcances para solucionar muchos problemas de salud por ejemplo, aún no pueden ser totalmente evaluados, estos hechos deberían conducir a un cambio profundo en el pensar y análisis de las cosas y eventos. Porque para sobrevivir ya no es necesario apoderarse de lo que otros tienen, hay suficiente para todos. Pero el fundamentalismo religioso tiene una agenda diferente que no responde a argumentos lógicos. Irán seguramente tiene un segmento importante de población que anhela la paz, pero sus dirigentes actuales están bajo el embrujo de un sistema absolutista que no contempla el acomodo ni responde a la discusión. Mientras que la armonía y el entendimiento pueden conducir a un mundo más acogedor, su liderazgo fundamentalista sueña con una guerra total que producirá el arribo de un Imam milagroso que impondrá finalmente el Islam para toda la Humanidad.

Muchos analistas políticos piensan que el arreglo con Irán, solo corre la arruga, es un acuerdo que en un tiempo relativamente cercano, dará legitimidad a Irán para que se arme con dispositivos nucleares. Está claro que naciones no deberían guiar sus políticas por beneficios corto placistas. Cuando se trata de un tema existencial, como en el caso de Israel, una década es apenas un paréntesis en la historia milenaria del pueblo judío.

Hay quienes sostienen que un mal arreglo es preferible a la mejor guerra. Pero la guerra no es necesariamente la única alternativa con Irán. Se puede mantener, o tal vez profundizar el cerco comercial sobre la economía iraní, porque su presencia en la mesa de negociación fue debida solamente a los inconvenientes y dificultades que ello produjo. En lugar de aflojar y próximamente eliminar las sanciones, éstas deberían profundizarse, ampliarse en los diferentes ámbitos políticos y económicos para que sirvan con cada día que pasa como un aliciente para que el gobierno iraní cese definitivamente con su programa bélico nuclear. Estados Unidos tiene una presencia que es decisiva en la banca mundial, el dólar continúa como la moneda preferida, especialmente en tiempos inciertos. Es cuestión de prioridades y voluntad política. Debe hacer valer su peso específico en las negociaciones. Pero es muy probable que el gobierno actual americano esté más interesado en su legado histórico como pacificador de la Humanidad. Eso estaría bien, si es que sus políticas condujeran al entendimiento y a la armonía. Pero un examen de la situación global conduce a pensar que el mundo era más seguro unos 6 ó 7 años atrás, y este arreglo, que en efecto es un desarreglo, solamente contribuirá a enfrentamientos y conflictos mayores en un futuro no muy lejano. Siendo una intervención armada un tabú para el gobierno americano actual, debería contemplar la implementación de sanciones más amplias podría igualmente efectuar el resultado deseado: una Irán libre de armamento nuclear.

Qué debe hacer Israel? Eso lo decidirá su gobierno. ¿Qué podemos hacer quienes estamos residenciados en otras latitudes? Tratar de explicar a quien quiera oir, protestar frente a nuestros gobiernos, hacer escuchar nuestras voces de inconformidad y protesta a los diputados y senadores que nos representan. En fin, alertar al mundo por todos los medios posibles, sobre el peligro real que Irán representa para la Humanidad, especialmente tomando en cuenta su incumplimiento de promesas anteriores, de astucias y engaños en el pasado, más aún cuando se toma en cuenta su apoyo al terrorismo de la región .

La posibilidad de una guerra nuclear no debería ser contemplada, mucho menos permitida porque tendrá consecuencias imprevistas. Tal como ya lo apuntó un gran científico que alegó que no sabía cómo terminará la Tercera Guerra Mundial, pero que sabía que la Cuarta Guerra se libraría con piedras y flechas ya que la civilización habría sido destruida durante la guerra anterior.